Hace unos meses perdí a mi padre. Él era un artista que nunca pudo llegar a comunicar a los demás del todo su sensibilidad y arte. Le gustaba pintar al óleo, tenía una habilidad especial para eso. Los pequeños detalles que podían escapar a la vista él conseguía plasmarlos en sus cuadros.
En sus últimos dos años ya no estaba tan bien como para estar horas y horas de pie pintando. Siempre pintaba de pie frente al caballete. Por eso empezó a escribir su vida.
Siempre me decía, tú escribes bien, al menos él lo creía. Y me decía, tienes que leer mis notas, porque podría salir una novela. Los últimos días de su vida, no sé si me llegaba a escuchar, se lo prometí. Y eso estoy haciendo, aprendiendo a escribir.
Surgió la oportunidad de escribir con Ana Nieto en su Reto, y no me lo pensé.
Estoy aprendiendo, por que la novela que prometí escribir espera salir a la luz.
He empezado por contar las cosas que he aprendido en mis viajes, cómo haciendo realidad tus sueños puedes intentar ser feliz.
Vive tus sueños. Nunca permitas que nadie te los robe.
